domingo, 22 de mayo de 2011

funcionalismo

El funcionalismo es una tendencia de la arquitectura racionalista moderna que hace prevalecer los elementos formales y prácticos. También recibe ese nombre la escuela lingüística de los funcionalistas.
A nivel general, puede decirse que el funcionalismo es una corriente teórica de las ciencias sociales que surgió en la década de 1930 en Inglaterra. La teoría está vinculada a pensadores como Émile Durkheim, Talcott Parsons y Robert Merton, entre otros.
El funcionalismo se caracteriza por un enfoque empirista que pondera las ventajas del trabajo de campo. Por eso fue clave en el desarrollo de la antropología científica, con especialistas que viajaron por todo el mundo para desarrollar sus trabajos.
El etnógrafo Bronislaw Malinowski fue uno de los propulsores de esta corriente, al considerar a la cultura como un todo integrado, funcional y coherente. Por eso, cada elemento aislado de una cultura sólo puede ser analizado si se consideran los demás.
La teoría funcionalista está basada en la teoría de sistemas y supone que la sociedad se organiza como un sistema social donde se necesitan resolver cuatro imperativos fundamentales para la subsistencia: la adaptación al ambiente, la conservación del modelo y control de tensiones, la persecución de la finalidad y la integración mediante las diferentes clases sociales.
En las ciencias de la comunicación, la teoría funcionalista nace a comienzos del siglo XX. De acuerdo a esta concepción, los medios de comunicación siempre tienen la intención de obtener un efecto sobre el receptor (se intenta persuadir a los espectadores). Los receptores, por su parte, tienen un conjunto de necesidades que los medios deben satisfacer.

Bases de la teoría funcionalista
*Empirismo
El empirismo es una de las bases de la teoría funcionalista. Es una corriente filosófica del siglo XVIII que busca conocer la realidad a través de la observación de los fenómenos observables. La explicación de los acontecimientos se obtiene para los empiristas mediante la construcción de leyes generales y las relaciones causales entre fenómenos observables.
*Positivismo
Otra doctrina filosófica que influyó en la construcción del pensamiento funcionalista es el positivismo. Una escuela sobre teoría de la ciencia fundada por A. Comte que comprende una reforma en la sociedad y una religión. Constituyendo una teoría del saber que no admite otra realidad que no sean los hechos, ni a investigar otra cosa que no sean las relaciones entre los hechos.
*Teoría Liberal
Esta teoría normativa daba amplia libertad para poner en los medios lo que quisieran sus productores, incluyendo la violencia. Esta teoría se había originado como reacción contra la tradición aristocrática (del enfoque anterior alfabetizado), donde la institución pública aristocrática pretendía tener el monopolio sobre la verdad. Se puede decir que de un extremo se pasó al otro. La teoría de liberación de los medios de control productivos aparece en el s. XVII en los escritos Areopagitica (1644) del puritano rebelde John Milton. Pronto se desarrolló, primero durante el período colonial de EE.UU. y sobre todo después de su independencia. También se apoya en On Liberty de John Stuart Mill (1859), quien defiende el derecho a no ser imparcial en un juicio y el derecho a equivocarse. Otros pensadores liberales son Thomas Paine, Alexis de Tocqueville y John Merrill (1974). Milton y Mill proclaman que el último criterio para la verdad y los valores es la conciencia individual. Cada uno contribuye a una 'verdad pública cultural', construida socialmente por todos, y que por lo tanto puede mejorar. Ninguna institución tiene 'la' verdad. Cada uno debe buscarla, y cada uno la puede presentar al público como en un foro. La sociedad es la suma de individuos que buscan sus propias metas particulares. El progreso de la sociedad dependerá de elegir las soluciones ‘buenas’ y no las ‘malas’. Por lo tanto se trata de una libertad para elegir el bien. Eligen la prensa libre como estandarte y ejemplo de la libertad. Proclaman que ella debe ser el mercado libre de las ideas. Se pueden publicar aun las declaraciones 'falsas', pues ellas ayudan a aclarar más las verdaderas. Así pues, en la sociedad cada uno tiene derecho a equivocarse, el error tiene que tener cabida. Hay que aceptar esta posibilidad, pues el individuo siempre puede perfeccionarse a través de la educación y el acceso a la información. Cuanta mayor información haya, mayor será la mejora económica, social y política de la sociedad (Rowland, 1983. 45). Esto no es peligroso, pues en un auténtico foro, público y libre, lo falso quedaría rechazado (Principio de autocorrección). La ley del mercado hará que eventualmente lo bueno prevalezca (pues todos lo querrán) y lo malo desaparezca por sí solo. (McQuail, 1994: 128s). El que haya ‘prensa libre’ tiene la ventaja de que la ‘sociedad’ puede conocer así lo que sus individuos piensan y quieren. Para el s. XIX ‘libertad de prensa’ significaba que ni el Estado ni cualquier otra institución podía censurar o atacar a los dueños de los medios. No hay un standard objetivo de verdad (interpretada por alguna institución) o un standard moral objetivo para cada uno. No se puede legislar la misma moralidad para cada individuo. La única solución aquí es educar la conciencia, especialmente la subjetiva moral. Si aparecen cosas inconvenientes, caveat emptor (¡que el comprador esté alerta!, ¡que el usuario de los medios esté alerta y no se deje engañar!).
*La teoría funcionalista de la comunicación
En el ámbito de la comunicación, la teoría funcionalista nace a principios del siglo XX con la obra de Harold Lasswell, World Politics and Personal Insecurity y Propaganda and Promotional Activities. Otro de los autores que ha realizado grandes aportaciones a la Teoría funcionalista fue Paul Lazarsfeld mediante su trabajo The People's Choice. Como todas las teorías de la comunicación, trata sobre el poder y la influencia de los medios de comunicación en el público.
Esta teoría afirma que los medios de comunicación, entendidos como emisores de información, siempre tienen la intención de obtener un efecto sobre el receptor, es decir, se intenta persuadir a los espectadores. Para conseguirlo se formulan las siguientes preguntas: quién, dice qué, a quién, a través de qué medio y con qué efecto.
Los receptores, por su parte, tienen un conjunto de necesidades que los medios deben satisfacer. La función de esta institución tiene tres niveles. Por un lado se estandarizan los fenómenos sociales. Además esclarece las condiciones de los modos de vida y, por último, analiza las funciones de las operaciones repetidas dentro de una sociedad.
Respecto de la influencia de los medios de comunicación en la sociedad, la teoría funcionalista habla de que los medios son utilizados por el Estado (el Gobierno) para vigilar el entorno, controlarlo y para transmitir la herencia social, antes transmitida mediante la educación.
Los medios de comunicación social son desde esta perspectiva un subsistema dentro del sistema social.
Como representantes de esta teoría también podemos destacar a M. McLuhan, Berelson y Charles Wright.

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